Cuando me pongo a pensar en mi
vida, siento que he pasado por diferentes etapas, de las cuales he aprendido a
crecer y aprehender de ellas. Es por esto que en breves palabras resumiré las más
importantes de ella.
Mi padre Juan Humberto González
Muñoz y mi madre Adriana de las Mercedes Tobar Silva ya tenían dos niños de 17
y 14 años, el mayor llamado Juan Pablo González Tobar y el menor Mauricio
Esteban González Tobar. Mis padres se conocieron en la Normal, donde estudiaban
para ser profesores, cada uno con diferentes menciones, mi mamá era profesora
de educación física, pero nunca ejerció y se termino especializando en Lenguaje
y mi padre con mención en música la cual es su pasión pero al igual que mi madre se especializo en
Lenguaje. Siempre anhelaron en tener una
niñita, después de años de intentarlo, no lo consiguieron y habían decidido no
tener más hijos. Pero Dios es grande y cuando mi Madre tenía 40 años la trataron por una menopausia anticipada,
sin saber que esa era yo.
Nací un 2 de Octubre de 1991 en
Viña del Mar a las 17.00 horas, en la Clínica Los Castaños (hoy en día ya no
existe) bajo el nombre de Macarena Andrea González Tobar. Desde ese momento me
han contado que la vida de mis padres cambio completamente, ya que, tuvieron
que volver a empezar a cambiar pañales, mamaderas, etc. gracias a Dios que en
ese entonces su situación económica era mejor que años anteriores y tuve la
oportunidad de usar pañales desechables, cosa que nunca se hubiera pensado en
el tiempo de mis hermanos.
El tiempo paso y fui creciendo,
la verdad tengo pocos recuerdos de cuando chica, más bien son flash back. Pero
a los 7 años todo cambio, a mi madre le diagnosticaron cáncer al páncreas, el
cual ya estaba ramificado y le dieron 4 meses de vida. A pesar de eso no se
rindió nunca, dio la pelea hasta donde más pudo, paso por miles de clínicas y
hospitales, quimioterapias y
operaciones. Desde ese entonces mi vida no fue normal para la edad que tenía,
después del colegio me iba al hospital a visitarla. Como mi padre
trabajaba y mis hermanos estudiaban no
tenia con quien quedarme, es por ello que mis tardes eran en habitaciones de
hospitales haciendo tareas y acompañando
a mi mamá hasta que mi papá saliera del trabajo. Seguía pasando el tiempo y los
meses pasaban lentamente, se cumplieron los 4 y mi mama seguía viva, finalmente
a los 6 meses desde que le diagnosticaron cáncer ella falleció, un 2 de Agosto
de 1999. Desde ese momento mi vida giro en 180 grados, a pesar de ser pequeña
entendía todo y sentía que una parte de mi se había ido…
Desde ese entonces asumí un rol
que no correspondía a esa edad, ya que, era la única mujer entre puros hombres.
Mi padre lucho por los 3 hijos que tenia, sabía que no podía dejarnos solos, a
pesar que mucha gente le preguntaba ¿y tienes a tus hijos contigo?...la única explicación
que me doy frente a esa pregunta es que en ese entonces era raro ver a un padre
solo con sus hijos, en fin, el tiempo paso y tratamos de volver a la normalidad
y de seguir nuestras vidas, era difícil, de dos sueldos pasamos a uno, mi papa
trabajaba todo el día para que nada faltara y para poder pagar las deudas que
los hospitales nos habían dejado (las cuales eran millonarias). En ese entonces
llego mi nana que hasta hoy en día está conmigo, ella nos ayudaba en la semana
a mantener la casa y a cuidarme, pero el fin de semana me tocaba a mí y ahí es
donde digo que asumí un rol diferente, quizás mientras otras niñas solo jugaban
yo tenía que preparar la comida, hacer el aseo y llevar las cuentas de la casa.
Mi hermano mayor ya había formado familia y el de al medio brillaba por su
ausencia, ya que, la muerte de mi mamá le afecto de manera diferente.
A lo largo del tiempo llego un
integrante nuevo a la familia, mi papá se volvió a enamorar y encontró a
alguien con quien pasar sus días, no negare que al principio fue doloroso, sentir que el lugar que ocupaba
tu mamá estaba siendo reemplazado, pero con el tiempo entendí que las cosas no
eran así. Amalia que es de quien hablo llego en un momento preciso, fue respetuosa,
entendía por lo que habíamos pasado y nos acompañaba. Con ella pase gran parte
de mis cambios de la famosa etapa de la pubertad, ella también estuvo en los
mejores momentos, como el matrimonio de mis hermanos, el nacimiento de una de
mis sobrinas que son el amor de mi vida, en mi graduación, etc. Después de años
de pololeo se decidieron casar y hace 4 años que vivimos los tres en un
departamento en recreo.
A pesar de todo esto soy una
agradecida de la vida, Dios cuando te quita algo te entrega mil otras cosas y
de eso estoy segura porque lo he vivido. Tengo una familia maravillosa, viajo
constantemente a Concepción a ver a mi hermano mayor que es como un papá para
mí y que junto a mi cuñada me han enseñado las cosas de la vida y me han
entregado lo más sagrado que puedo tener que son mis sobrinas. También tengo la
oportunidad de tener un hermano aquí en viña, él vive en Con-Con y hace 2 años
que se caso, quizás no lo veo constantemente como lo imagine en algún momento,
pero también tengo que entender que formo su vida. Por otra parte tengo a las
mejores amigas que podría tener, estuvieron conmigo en cada momento y aun lo
siguen haciendo, somos amigas del colegio, el cual para mi tiene un significado
especial. A todo esto hay que sumarle que en la universidad también encontré
amigas que nunca pensé encontrar y que me da gusto poder tenerlas en mi vida.
Finalmente tengo a mi “pelao”
como le digo de cariño a mi papá, que es por quien doy la vida, es mi ejemplo a
seguir y el orgullo más grande que puedo tener de que sea él mi padre. Gracias
a él me enamore de la educación, y vi una forma de ayudar a la gente que más lo
necesita dando lo mejor de uno. Él me enseño que las cosas en la vida hay que
ganárselas y luchar por lo que uno quiere, me enseño a ser siempre la mejor, a
luchar por las injusticias y a comprometerme con la sociedad. Gracias a él soy
quién soy hoy en día.